jueves, 13 de agosto de 2009

baladas romanticas




La balada romántica, balada romántica latinoamericana, o simplemente balada, es un género musical latinoamericano y en parte iberoamericano, sin atribución a ningún país en especial, aparecido en la década del 60 y de amplia difusión popular. Entre los baladistas más famosos se encuentran los españoles, Nino Bravo, Raphael y Camilo Sesto; los mexicanos José José, Emmanuel y Luis Miguel entre otros; el brasileño Roberto Carlos, el puertorriqueño José Feliciano y los argentinos Leonardo Favio y Sandro. En las últimas décadas se ha convertido en el género musical dominante del pop latino.

origen y evolucion




Origen y evolución [editar]
La balada romántica encuentra su origen en el bolero latinoamericano de los
años 50 (Lucho Gatica, Leo Marini), pero también en la canción romántica italiana (Nicola Di Bari), y francesa (Charles Aznavour) de los años 60 y 70.
En
México, la primera balada registrada como tal es Sonata de Amor de Mario Álvarez en 1961. En 1965 el famoso cantor de bolero Armando Manzanero, registró su primera balada, Pobres besos míos.
El máximo esplendor de la balada fue alcanzado en la década de los
años 70, donde grandes artistas como Camilo Sesto, Raphael, Roberto Carlos,Rocio Durcal entre otros, sacaron al mercado grandes exitos mundiales como Amigo o Detalles de Roberto Carlos, Fresa Salvaje, Perdóname o Vivir Así es Morir de Amor de Camilo Sesto. La española Rocio Durcal tuvo grandes exitos mundiales tanto en las Rancheras como en las Baladas, a ella se le conocio como la Señora de la Canción, sus exitos entre sus baladas incluyen Costumbres, Amor Eterno, Diferentes, Como tu Mujer, Como Han Pasado los Años, Porque Fue que te Ame e Infiel, entre muchos mas que dieron a conocer las baladas a niveles nunca vistos.
Estas canciones son muy reconocidas hoy en día en Latinoamerica.
A mediados de
los 80 emergió un subgénero de la balada romántica, a partir de su fusión con la salsa, dando como resultado la salsa romántica, de gran popularidad en la década del 90 (Luis Enrique, Marc Anthony).
A partir de los
años 90, la globalización y los procesos de internacionalización médiatica que la integran, contribuyeron a difundir internacionalmente la balada romántica y a homogeneizarla aún más alrededor de una identidad latina común.
Como parte del proceso de
latinoamericanización de Estados Unidos y de la presencia dominante en el género de las empresas multinacionales discográficas, Miami se ha convertido en el principal centro de producción de baladas,[5] lo que a su vez ha retroalimentado las tendencias a emigrar hacia esa ciudad estadounidense de cantantes, productores, y músicos latinoamericanos y españoles.

algunos baladistas




Algunos baladistas [editar]
Argentina:
Sandro de América, Leonardo Favio, Facundo Cabral, Valeria Lynch, Pimpinela, Diego Torres
Brasil: Roberto Carlos
Chile: Myriam Hernández, Alberto Plaza, Luis Jara, Pablo Herrera
Colombia: Shakira, Juanes
España:
Julio Iglesias, Raphael, Camilo Sesto, José Luis Perales, Alejandro Sanz, David Bisbal
Ecuador: Tranzas, Juan Fernando Velasco
Guatemala: Ricardo Arjona, Shery
México:
Luis Miguel, Armando Manzanero, José José, Marco Antonio Solís
Nicaragua: Luis Enrique
Perú: Gianmarco Zignago, Adriana Mezzadri, Tania Libertad
Puerto Rico: Luis Fonsi, Ricky Martin, Chayanne
República Dominicana: Ángela Carrasco, Sonia Silvestre
Uruguay: Gervasio, Natalia Oreiro
Venezuela: José Luis Rodríguez "El Puma", Franco de Vita, Ricardo Montaner

Referencias [editar]
Transnacionalización y la balada latinoamericana, por Daniel Party, University of Pennsylvania, 2003, pag. 1
Entrevista a Chico Novarro: "Yo llevo la dispersión en la sangre", Página/12, 29 de octubre de 2005
Transnacionalización y la balada latinoamericana, por Daniel Party, University of Pennsylvania, 2003, pag. 1
Martín-Barbero, Jesús. "Memory and Form in the Latin American Soap Opera." To Be Continued...: Soap Operas around the World. Ed. Robert Clyde Allen. London: Routledge, 1995. 276-84.
Transnacionalización y la balada latinoamericana, por Daniel Party, University of Pennsylvania, 2003, pag. 6